CLUB DEPORTIVO MIRANDÉS

¡Gesta tan gloriosa no la ha habido

desde los tiempos del valiente Cid:

un indefenso e inerme David

en la semi de Copa se ha metido!

En la provincia de Burgos parido,

de Miranda de Ebro adalid,

triunfal vencedor en honrosa lid

de un olvido obviamente inmerecido.

Ni Messis ni Ronaldos hacen falta

para gestar gloria en los corazones

teniendo a un Infante con tacones,

veinte bravos tigres con pantalones,

un Pouso más listo que los hurones

y una afición de gama ¡la más alta!

MUERTE DE DON ANTONIO MACHADO

Allá en Colliure la tarde cae muy lenta,

más débil cada vez en su agonía;

en un catre, el cuerpo; la bacía

escondida en la negrura mugrienta.

Una hebrilla marchita y cenicienta,

exhausta por la vida y ya vacía,

apenas si aletea todavía

en la cama vecina y harapienta.

De repente los ojos de la vieja

de par en par se abren con espanto:

“¡Mi niño chiquitillo…!”; se asemeja

que él sonríe, el niño... Un manto

tremendo ha cruzado entretanto:

Machado ya se fue sin una queja.

TIRO AL BLANCO

Un antiguo ministro de Fomento,

lo que más cuidaba: ¡gasolineras!

que para él eran las verdaderas

del país fuentes de enriquecimiento.

Si alguna divisaba este elemento

allá que se metía, el guaperas,

y casi sin posar sus posaderas,

¡más rico que salía en un momento!

Los bandidos que antaño te robaban

en los bosques y en cruces de caminos,

al hacerlo, la vida se jugaban;

los modos de este pollo más mezquinos

y cobardes son que los que se usaban

antaño y, también, mucho más dañinos.

Además de desplumarte, te engaña;

lo cual es puro atraco ¡mas con saña!

OFERTAS DE EMPLEO

Ofertas para Presidente en paro:

asesor de moda, (en Comunidad);

redactor de requiebros, (de amistad);

instructor de derroche, (muy preclaro);

rumboso con pasta, (ajena, claro);

curita de comunidad, (¡o abad!);

maniquí profesional, (de verdad);

profesor de modales, (en “Descaro”);

un maestro en “Práctica del Cohecho”;

accionista para el bar “La Correa”;

inútil para cargo de desecho;

político con pinta farisea;

barbero de Bigotes barbihecho;

cadáver a enterrar con su librea.

HONOR Y CUENTAS

Por su honor, ¡un valiente caballero!

De su honor, ¡el más bravo defensor!

¡Mira, mira, el gran Camps, bruñidor

que es, de su renombre, el primero!

A la más dura de las lides fiero

ha de entrar, ¡hidalgo acojonador!,

si es la muerte heroica por su honor

lo que, al cabo, le aguardará postrero.

Sólo un pero le pongo, eso sí:

en las cuentas, artista más que el Gran

renombrado y temido Capitán

que es sabido que en puro frenesí

me puso por su financiero plan

al que entonces mandaba por allí.

Aunque de su bolsillo ni un real

en ello se gastó el curi-chaval.

ADIVINANZA TREMENDA

Ya está el señor Camps tan tranquilo:

¡no han probado que sea culpable!

Tranquilidad que es muy criticable

¡pues nos ha costado más de un kilo!

Sus trajes nos han tenido en vilo

y ahora nos tiene un espantable

y cuestionable proceder contable:

¡¡¡trasiego de millones con sigilo!!!

Veamos: al señor Urdanpillín

endiñó cuatro kilos de eurazos

cierto oscuro curita figurín

sin luces ni taquígrafos ni plazos

sino sólo por el mucho postín

que daba tal presunto bribonazo.

¿Qué burro insensato y adoquín

¿regaló? un tan donoso botín?

ENTES DAÑINOS

Lo malo abunda; en España, más:

innecesarias administraciones

(comunidades y diputaciones

¡que ojalá se llevara Satanás!).

En algunas, más de uno ¡un Barrabás!:

vista puesta en los públicos millones,

sabedor de que no habrá imputaciones

ni habrá de devolver euro jamás,

porque haciendo las leyes los señores

cuidan bien de sacarlas lagartonas

y que así no les saquen los colores;

todos con tarjetitas y poltronas,

¡y más de uno tirando los sudores

ajenos en drogas y comilonas!

¡MILLONES VUELAN!

¡Solemne y regia tu efigie nos mira

desde las alturas de su grandeza:

egregio Fabra, cuya gentileza

al mundo entero rendido inspira!

¡Cuán ruda ha de parecer la lira

que cante glorias a tanta nobleza:

Carlos Fabra, de muy gentil belleza

que un mundo universo pasmado admira!

¡Gran cerebro, de cuya fuente mana

el genial aeropuerto sin aviones

de la bella capital de La Plana

con la ingente escultura que engalana

la entrada a un recinto de cojones

desde el cual volaron tantos millones!

¿FACTURAS? ¡NO, GRACIAS!

La dicta-socialista de Griñán

ha resuelto no pagar más facturas.

“No existe —dicen estos figuras—,

para economizar, un mejor plan”;

pues de pronto les ha entrado un afán

por ahorrar. ¡Pero no en sus locuras,

caprichos, tarjetitas, chifladuras,

viajecitos y algún que otro desmán!

Y es que, claro, ya marzo está muy cerca:

toca poner cara de buenecitos,

que nosotros no recordemos Merca-

sevilla, a Chaves y a sus hijitos,

y votemos (con mano tonta y terca)

¡otra vez a los EREseñoritos!

LOS GUERREROS DE LA JUNTA

—Nueve años ha estado el buen Guerrero

ocupando un puestazo de la Junta,

robándonos de forma muy presunta

e hinchándose de coca el puñetero;

derrochando a mantas nuestro dinero

con su chófer en una acción conjunta

sin que nadie le hiciera una pregunta

mientras él colmaba su billetero.

¿Y tú, dime, Griñán, mientras qué hacías?

—Pasaban muchas nubes por el cielo

todos y cada uno de esos días

de una gran variedad; y era mi anhelo

cantarles muy sentidas elegías

tras de supervisarlas con gran celo.

BORREGOS

Se han gastado el dinero en francachelas;

nos han desplumado como a pollos;

nos han entretenido con sus rollos;

se han fundido todas nuestras telas;

nos han dejado hasta sin las muelas;

sólo han visto en nosotros unos chollos

a los que despojar con sus embrollos,

a los que engatusar con corruptelas.

Treinta años así son muchos años.

Muchos son para nuestros pobres lomos.

Pobres lomos de hatos de rebaños.

De rebaños ajados por engaños.

Engaños de los que hemos sido y somos

los mismos y sufridos eccehomos

PRESIDENTE Y CONSEJEROS

Guerrero consumiendo cocaína;

Guerrero afanando los dineros;

y, mientras, tres señores consejeros

dejando que nos deje en la ruina.

Guerrero monta un bar en su oficina;

Guerrero se hace el rey de los puteros;

y, mientras, el Jefe de Cocineros

no sabe lo que pasa en su cocina.

No, miren, señores, no me lo creo;

para mí que allí todos afanaron

pues era y es un puro cachondeo

donde todos se prestan al saqueo.

Y, de lo que se llevan o llevaron,

tan sólo nos devuelven parloteo.