DE LO QUE DIGA EL GOBIERNO, NO TE CREAS LA MITAD; LA OTRA MITAD, LA DESECHAS POR ABSURDA. DE LO QUE NO TE DIGA, ¡CRÉETELO TODO!

lunes, 26 de noviembre de 2012

DE BURROS Y CATALANES


El hombre es un burro que tropieza
en la misma piedra más de dos veces:
volverá a hacer las mismas memeces
con idénticos fervor y destreza.
Las pruebas de tan sin par agudeza
muy a la vista las tienes, y con creces,
cuando contemplas las insensateces
del pueblo catalán. Y su simpleza.
Están muy hundidos en el abismo
en el cual los sumió el Tripartito,
y a la primera ocasión, muy prontito,
pues vuelven a votar casi lo mismo.
O bien es un caso de cretinismo
o muy masocas son y con delito.

 

domingo, 18 de noviembre de 2012

MAS Y EL ENANO


La pela es la pela, mosén Mas.
Suiza es Suiza, sí señor.
—La bolsa o la vida, por favor.
—¡Dios…, un cuatro por ciento, Satanás?
¡Yo no pago! ¡Que te den por detrás!
—Tú verás: ganador o perdedor.
—Tenga su comisión, es un honor,
un placer ¡y un frenesí, además!
El enano regordete (papá
que es del Oriol, el ITV)
te ayuda a recoger el maná
de los cuatro-por-cientos*, una nube
de pasta que de extranjis se nos va.
¡Y aquí no pasó nada, tacatá!
 

lunes, 5 de noviembre de 2012

¡PASEN, SEÑORES, PASEN!


¡Pasen y vean cómo se saquea
una Caja de Ahorros solvente,
con estilo un tanto diferente
al que cualquier forajido emplea!
Es muy fácil, señores, la tarea:
finges ser un político decente,
sensato, responsable, buena gente
hasta que mucha gente se lo crea.
Desde aquí ya tienes la puerta abierta
al oportuno sillón directivo
en el Consejo administrativo
de una Caja que espera inexperta
la llegada de una mente despierta
¡que es la tuya, dúctil ejecutivo!

 

viernes, 2 de noviembre de 2012

ARTURO I Y EL ZAR


Se nos va hacia Rusia el señor Mas
para hacerse una foto, ¡nada menos!,
delante de los bulbos macarenos
del Kremlin, Plaza Roja y lo demás.
Al saberlo Putin, el mandamás
heredero de Zares y Comnenos,
deja presto la Sala de los Plenos
corriendo como no se vio jamás:
sus talones daban en la culera,
en pos de sí dejábase su sombra,
¡tan rauda y veloz era su carrera!;
llegado ante Arturito, la sesera
agacha y, postrado en la alfombra,
de emoción rompe en muy brava llorera.